Durante el siglo 20, miles de niños indígenas fueron arrancados de sus familias e internados en instituciones católicas, donde muchos sufrieron maltratos.
El Papa Francisco pidió perdón este lunes “por el mal que tantos cristianos hicieron a los indígenas” durante la colonización y por la “cooperación” e “indiferencia” de la Iglesia católica, durante su visita a la localidad de Maskwacis, donde se encontraba uno de los mayores internados en los que el Estado canadiense organizó los procesos de “asimilación” de los niños de los pueblos originarios.
Desde finales del siglo 19 y hasta la década de 1990, el gobierno de Canadá envió a unos 150.000 niños indígenas a internados gestionados por la Iglesia, donde se les separó de sus familias, su lengua y su cultura. Muchos padecieron abusos físicos y sexuales por parte de directores y profesores, y se cree que más de 4.000 murieron de enfermedades, desnutrición o abandono.
Una delegación de indígenas viajó al Vaticano en abril de este año para reunirse con el Papa, quien se disculpó formalmente por ese pasado. Esta vez fue el pontífice argentino quien viajó a Canadá para disculparse nuevamente sobre territorio canadiense, ya que para los sobrevivientes y sus familias la tierra de sus ancestros tiene particular importancia.
Queridos #PueblosIndígenas de #Canadá, llego hasta sus tierras nativas para expresarles personalmente mi dolor; para implorar a Dios el perdón, la sanación y la reconciliación; para manifestarles mi cercanía; para rezar con ustedes y por ustedes.
— Papa Francisco (@Pontifex_es) July 25, 2022