Fue Juanfer Quintero quien lo prologó con unas palabras que lo emocionaron. Allí, el entrenador tomó el micrófono y tocó el corazón de los Millonarios: “Mi vínculo con River es de toda la vida”.
El Monumental repleto quedó imantado por la figura de su ídolo, de Marcelo Gallardo, que dirigió al equipo por última vez en el templo millonario. Después de las lágrimas compartidas con sus jugadores, cuerpo técnico y empleados, del gesto de respeto del plantel de Central (uno a uno, los hombres rosarinos lo saludaron), del ingreso de los trofeos al campo de juego (ganó 14 en ocho años y medio) y del video que le preparó el club que lo emocionó hondamente, el Muñeco tomó el micrófono para hablarle a sus fieles.
Allí, el DT, de 46 años, se dedicó a agradecer. A todos los que lo acompañaron en el ciclo, desde su lugar. Y a los hinchas, con los que lo une un lazo irrompible.
Ahí empezó el discurso del entrenador, interrumpido varias veces por la ovación de los hinchas, y que terminó con su hijo más pequeño, Benjamín, en brazos y los fuegos artificiales iluminando el final de una historia de amor… O apenas una pausa, para tomar impulso y, en la próxima vuelta, llegar más alto.
“Mi vínculo, como dije en otro momento, no es de un año de contrato, dos, tres u ocho, como han pasado. Mi vínculo con River es de toda la vida”, cerró el muñeco.
Fuente: infobae.com