Aunque aún restan 12 años y la fecha ya era conocida, para quienes esperaban no tener que tirar todo lo que construyeron en 2035 puede ser poco tiempo.
Si quedaba algún atisbo de esperanza, el pasado jueves en Bruselas todo se desplomó definitivamente. La Comisión Europea, el Parlamento Europeo y los estados miembros de la Unión Europea, confirmaron que, a partir del 1 de enero de 2035, quedará prohibida la venta de automóviles nuevos impulsados por motores de combustión interna que emitan gases contaminantes.
Pero el mundo es uno solo, y mientras Europa y Norteamérica pueden tomar esas decisiones, quizás no sea el caso de otras regiones como Sudamérica, donde la matriz energética aún no parece estar preparada para sostener un consumo eléctrico como el que la movilidad sustentable requiere, y a la vez la economía de muchos países no está en condiciones de prescindir de los autos con motores térmicos todavía.
Fuente: infobae.com