La danza es un arte que cuando se la practica toca el alma, “uno se convierte en danza y todo el cuerpo baila”.
“Bailo desde los 6 años, pasando por diferentes tipos de danzas, como emociones al transitarla”, cuenta Judith Schachter a El Breve Reporte. La bailarina practica esta disciplina como herramienta para nivelar sus emociones.
“Estoy en un grupo de danza comunitaria, Bailarines Toda la Vida“, donde pueden ir desde niños hasta adultos, ya sean bailarines o no, teniendo como objetivo principal sostener y ser sostenido.
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Schachter, bailarina oriunda de Buenos Aires, quien además es voluntaria de la Cruz Roja, pone el broche final diciendo: “hay que dejarse llevar, para que tu cuerpo y alma se sincronicen logrando un bienestar único”.
Entrevista: El Breve Reporte